En los últimos años se viene fraguando todo un cambio de paradigma según el cual las marcas y las personas cada vez están más cerca entre sí. La comunicación se ha vuelto horizontal, y las empresas están entendiendo por fin que la colaboración es imprescindible para alcanzar su propósito. La necesidad de compartir ese camino y de delegar pasa, sin duda, por colocar la cultura organizacional en el lugar que se merece.
Una cultura corporativa sólida para crecer más y mejor
Creencias, valores, actitudes, hábitos y prácticas de las personas que forman la organización. La cultura corporativa es sinónimo de identidad y de cohesión. Por eso, diseñarla bien e implementarla es clave para el crecimiento sostenible de la entidad.
Con este planteamiento conseguiremos mejorar la flexibilidad interna de la organización, al permitir al equipo contar con un lugar alineado con sus valores, dándole libertad para actuar e innovar para la mejora colectiva. Además, estaremos fomentando una relación con el cliente fluida y cercana, al hacerle partícipe de procesos estratégicos de la organización y compartiendo con él una experiencia que le hará sentirse parte de una comunidad. Pero las ventajas de contar con una sólida cultura corporativa no son solo a nivel interno; también mejora la capacidad de adaptación a los cambios económicos y sociales.
Es decir, a través de la cultura corporativa moveremos al equipo a trabajar unidos para lograr un único objetivo: la mejora de la organización. Para ello es necesario asumir que la cultura necesita del paso del tiempo para fortalecerse. La transformación, innovación y los nuevos talentos atraídos por ella conformarán ese refuerzo. Pero para lograrlo con éxito conviene tener en cuenta algunos puntos:
- Definir y alinear procesos, prácticas y actitudes para hacer tangible la cultura corporativa.
- Entender que debe aplicar a todas las personas que integran la organización, sea cual sea el cargo.
- Tener la capacidad de adaptarla a la diversidad y a los distintos entornos.
- Hacerla, de verdad, compartida. Para ello es necesario comunicar con eficacia los valores a todo el equipo.
Dar prioridad a la cultura corporativa es esencial, porque resulta determinante para el rendimiento y la actitud de los empleados hacia el proyecto.
¿Qué podemos conseguir con una cultura corporativa bien planteada?
Nos permitirá:
- Mirar al futuro, pero siempre valorando los aprendizajes del pasado y del presente.
- Detectar nuevas oportunidades y no dejar de innovar gracias a la participación activa de todos.
- Un cultura viva y en continua evolución que se trasmite con una comunicación cercana, honesta y participativa.
- Retener el talento e implicar a los miembros del equipo y motivar su trabajo diario a través de un objetivo compartido que conseguiremos colaborando entre todos. No hay que olvidar que los empleados son los mejores embajadores de marca.
- Atraer talento nuevo, valioso, motivado y alineado con nuestros valores, para que nos ayude a potenciar el avance.
- Lograr una buena percepción social, trasmitiendo con eficacia cómo queremos ser percibidos.
Algunas pautas para crear la cultura corporativa de tu organización
Diseñar la cultura corporativa no tiene sentido si no se lleva a la práctica y nos ayuda a definir el modelo de liderazgo y la gestión del talento. Además, no hay que perder de vista que conseguir conectar la cultura con la estrategia nos ayudará a ser una compañía exitosa.
Definir con claridad misión, visión y valores
Pero no solo hay que tener una definición clara, también hay que trasladar estos conceptos al equipo. La razón de ser de la empresa, lo que quiere lograr y cómo es y se comporta suponen las bases del desarrollo de la cultura corporativa.
Comprometer a la dirección
Resulta imprescindible que los CEO y directivos entiendan la necesidad de tener una cultura corporativa sólida, y los beneficios que puede aportar a la empresa. Deben guiar los posibles cambios que traiga aparejada su aplicación, y comunicarlos a todo el equipo.
Involucrar a todo el equipo
Desde el comienzo del desarrollo de la cultura corporativa los integrantes del equipo pueden aportar opiniones e ideas. Además, con su participación se podrá identificar también cuál es la imagen que tienen del proyecto.
Trabajar en su aplicación y asimilación
La cultura corporativa exige un proceso en el que el trabajo de comunicación interna es vital. Asimismo, también es útil detectar qué miembros del equipo pueden ser embajadores del cambio y liderar las iniciativas necesarias.
Comunicar y compartir los avances
Es decir, trasmitir las novedades que tengan que ver con la aplicación de la cultura corporativa. Así conseguiremos mejorar la cohesión del equipo y aumentar su compromiso con los cambios.
Una cultura corporativa fuerte es más necesaria que nunca
En entornos de crisis la cultura corporativa y el propósito de la marca cobran especial relevancia. Son elementos clave para generar confianza en los distintos públicos, incluido el interno. Sumada a la estrategia, la implantación de la cultura corporativa convertirá nuestra organización en resiliente y viable a largo plazo. Por esta razón es un proceso que hay que diseñar con especial mimo.
Si necesitas ayuda en el proceso de comunicar la cultura corporativa ya sea a tu público externo como al propio equipo, en Notorius Comunicación, la agencia corporativa de Madrid, podemos ayudarte.