Marcas responsables: consejos para una comunicación que también lo sea

Si algo ha traído de positivo la pandemia es un cambio definitivo en las estrategias de comunicación y en los contenidos de las marcas. Tuvieron que adaptarse tan rápidamente como lo hacíamos las personas a la nueva situación. Ningún plan de crisis preveía algo como lo que pasamos en 2020. Tomar decisiones rápidas y reorientar la estrategia de comunicación de forma responsable ha sido clave para que las marcas hayan salido fortalecidas y se hayan posicionado, a la vista del público, como socialmente implicadas.

Para seguir esta línea, una vez nos hemos instalado a la nueva realidad, es necesario integrar una serie de medidas. No en vano una comunicación responsable equivale a una gestión responsable y transparente, algo que la ciudadanía pide cada vez más a las organizaciones. Pero la responsabilidad es todavía más exigible si tenemos una comunidad grande en torno a nuestra marca. Nuestros mensajes llegan a mucha gente infoxicada, que duda de cada información que recibe y a menudo no sabe distinguir qué fuente es fiable de otra que no lo es.

Por eso, anota estas buenas prácticas para conseguir una comunicación responsable de verdad:

Forma un equipo de comunicación con sensibilidad social y formación

Saber comunicar con empatía y tratar de forma sensible cuestiones importantes es clave. Para ello, resulta un plus contar con un equipo formado en temáticas como la inclusión o la diversidad. Además, desde la portavocía se debe apuntalar esta apuesta. Quienes lideren la comunicación corporativa deben ser capaces de representar a todos los públicos y grupos de interés. Su tarea es comunicar de forma clara, sencilla e inclusiva. Para conseguirlo con eficacia la formación de portavoces desde un punto de vista abierto y diverso es muy útil.

Ten la mente abierta y sé flexible

La voz de una marca responsable crea su identidad, por eso es importante ser capaces de aplicar la escucha activa. También adaptarse a los cambios continuos e inesperados, saber interpretar lo que sucede en el entorno social, no dejarse llevar por ideologías concretas y respetar siempre la diferencia. Asimismo, se debe huir de estereotipos, aunque sean muy empleados en la publicidad. Y, si se emplean, debe tenerse un extremo celo para usarlos sin reforzar la discriminación.

Conoce a fondo a los distintos públicos

Solo así se podrán determinar las necesidades de comunicación que tienen, y adaptar los contenidos y los canales a sus particularidades. Hay que tener en cuenta la accesibilidad a todos los niveles (tecnológica, física y cognitiva) e intentar ser imparciales al máximo para no excluir a nadie.

Apuesta por fuentes fiables al 100%

Si antes la responsabilidad ya era imprescindible, ahora lo es más. La lucha contra las fake news es cosa de todos, y las marcas se han erigido hace tiempo como verdaderos medios de comunicación. Y deben usar este poder con responsabilidad.

Da espacio a las emociones

Debemos encontrar el equilibro entre compartir cómo se sienten los miembros del equipo y saturar al público con mensajes demasiado emocionales. Este recurso usado con habilidad humanizará a la marca y la acercará a su público. Además, pone el foco en lo que nos hemos dado cuenta que es de verdad importante: las personas.

Ofrece contenido que aporte

Y, si te cuestas mantener la calidad, mejor rebaja la frecuencia de publicación. Intenta evitar la saturación del público, que ya vive sobrecargado de contenido de marca en una normalidad que ha multiplicado el tiempo que pasamos online tanto por trabajo como por ocio.

Reorientar la estrategia de comunicación hacia la responsabilidad es una apuesta sobre seguro para fortalecer cualquier negocio.Si necesitas guía en esta transición o en cualquier otra cuestión relacionada con cómo comunica tu marca, en Notorius Comunicación, la agencia de comunicación corporativa de Madrid, podemos ayudarte.