Según una investigación de Radicati Group, en 2020 habrá 3 mil millones de personas en el mundo utilizando el correo electrónico. Con estas cifras, está claro que es una herramienta de marketing muy poderosa. Por eso es importante no descuidar las líneas con información de contacto que podemos incluir a modo de firma al final de cada mensaje.
¿Qué ventajas aporta tener una firma de correo cuidada?
La firma en el e-mail sirve para fortalecer la identidad corporativa y transmitir la presencia de la marca en cada comunicación. Es el equivalente a las tarjetas de visita en papel, pero puede dar mucho más juego.
Así, incluimos en pocas líneas y de forma automática nuestro nombre, cargo, empresa y formas de contacto. De esta forma se ahorran envíos de e-mail con esa información, y se facilita el acceso a la web corporativa o a aquellas landings que pueda interesar. Es decir, la firma del correo electrónico profesional ayuda a atraer y crear relaciones. Pero, además:
- Transmite profesionalidad: es una muy buena tarjeta de presentación. Es una forma de representar a su empresa y conectarse con los clientes para transmitir información sobre el negocio. Facilita la personalización del mensaje al proporcionar un teléfono de contacto directo.
- Permite reflejar la última campaña de marketing en la firma y transmitir el mensaje actual.
- Es una fuente de tráfico, así como un acceso rápido a información relevante.
- Permite enlazar a los perfiles sociales corporativos y fomentar el crecimiento de la comunidad.
Cómo debe ser la firma del e-mail corporativo para que funcione
Con la firma también se puede transmitir qué representa el negocio y cómo se posiciona. Incluir el lema y una breve frase explicativa sobre qué hace la empresa es buena idea. Pero además, debe contar con estos requisitos:
- Un buen diseño: lo que implica mostrar de forma clara y bien jerarquizada la información, que resulte fácil de leer y que los links sean clicables. Hay que tener en cuenta que muchos e-mails se leen desde móviles. Puede además jugarse con cierta animación en formato gif, pero es mejor evitar mucha estridencia o restarán protagonismo al mensaje.
- Mismo formato para todos los empleados: así ganaremos en consistencia y coherencia. Se le debe facilitar una plantilla a cada miembro del equipo que deberá personalizar con sus datos. No hay que perder de vista que los empleados son los mejores embajadores de marca.
- Se deben utilizar siempre los colores, fuentes y logotipos incluidos en el manual de identidad visual corporativo.
- Links a perfiles sociales en los que la marca tenga una presencia fuerte y en donde se distribuya contenido relacionado con ella. Es una invitación a conectar.
- Textos legales: el aviso de confidencialidad y la ley de protección de datos deben ir en menor tamaño, al final de la firma.
- Se puede incluir, además del logo, un banner que conduzca a una página que nos interese que se visite (suscripción a la newsletter, página con nuevos productos o servicios, ofertas, eventos). También puede ser el lugar para dar relevancia a sellos de calidad, premios, etc. Pero es importante cuidar que no se sobrecargue la firma con mucha información.
La firma del e-mail según el departamento
Puede servir también como apoyo a la estrategia de cada equipo. Así:
- Marketing: links a redes sociales, al último contenido publicado, a conferencias, webinars… también el link para suscribirse a la newsletter.
- Ventas: imagen clicable del último producto o servicio, ofertas actuales, promociones.
- Atención al cliente: información sobre qué hace la empresa, datos de contacto claros, link a vídeo corporativo, opiniones de clientes.
- Recursos humanos: información de contacto, link a la página con ofertas de empleo, una imagen del equipo, link a un vídeo corporativo.
Una herramienta más de marketing y apoyo para ventas
La firma del e-mail corporativo puede ser útil para crear conciencia de marca, para potenciar campañas, para apuntalar objetivos específicos del departamento al que se pertenece… también puede formar parte de la estrategia de ventas, colocando una llamada a la acción (CTA) en ella. Resultará poco invasivo y una forma sencilla de acercar la posibilidad de venta a quien escribimos. Pero no hay que perder de vista que es un instrumento de marketing más, que solo sirve de apoyo y añade valor cuando hay una estrategia que funciona.